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驴Qu茅 est谩s buscando?

>>mayo

El pasado 19 de mayo, tuvo lugar en el Auditorio del Museo, la entrega de premios del VII concurso de relato breve 鈥楲a Ciencia y t煤鈥. Un certamen, organizado con la colaboraci贸n del Norte de Castilla, el Gremio de Libreros y la Casa Zorrilla, que este a帽o propuso el tema 鈥楥iencia con 帽. La ciencia hecha en espa帽ol鈥.

Miriam Rodr铆guez Alonso, M陋 Pe帽a Cid Garc铆a y Edmundo Molinero Herguedas fueron los ganadores de este concurso en las categor铆as infantil, general, y premio del p煤blico, respectivamente.

A continuaci贸n, os dejamos los 3 relatos.

MIRIAM RODR脥GUEZ ALONSO, ‘EL AJOLOTE’ (CATEGOR脥A INFANTIL)

Valladolid 17 de abril de 2017

Querido diario, hoy he celebrado mi d茅cimo cumplea帽os y me han regalado un libro de animales curiosos. Voy a contarte algo sobre uno de estos animales que me ha impresionado. Se trata del ajolote, un anfibio mexicano de garboso aspecto y asombrosas habilidades biol贸gicas. Este animal no s贸lo es capaz de regenerar una mano o una cola perdida, sino que tambi茅n su coraz贸n y otros 贸rganos internos.

Valladolid 17 de abril de 2117

Querido diario, a punto de cumplir 110 a帽os, me he despertado llena de vitalidad. Me he calzado mis deportivas nuevas de 煤ltima generaci贸n y he salido a correr por el centro de Valladolid.

Las pantallas informativas de las calles anuncian el nuevo f谩rmaco del Instituto Juan Carlos Izpis煤a, que nos ayudar谩 a mantener la juventud a煤n m谩s tiempo.

Ha trascurrido ya un siglo desde que mi padre me le铆a la prensa antes de ir al colegio, era diciembre de 2016 cuando los peri贸dicos publicaban esta noticia: 鈥 Un equipo internacional liderado por el investigador espa帽ol Juan Carlos Izpis煤a consigue revertir el envejecimiento en ratones鈥.

Tuvieron que pasar varios a帽os hasta que consiguieron dar el salto a los humanos y fijar la dosis que deber铆amos tomar ya varias generaciones para alargar la juventud.

Esta tarde celebrar茅 mi 110 cumplea帽os y espero seguir soplando las velas y sembrando tus p谩ginas, querido diario, con mis historias鈥ientras cient铆ficos espa帽oles tan importantes como el Dr. Serrano consiguen convertirnos en lozanos ajolotes.

 

M陋 PE脩A CID GARC脥A, ‘EL VASO DE S脡NECA’ (CATEGOR脥A GENERAL)

Mientras calmaba su sed, S茅neca se dio cuenta de que le铆a con mayor facilidad las letras, sin embargo peque帽as y borrosas. Volvi贸 a dejar el agua pensativo, solo para volver a alzarlo y ver de nuevo esas letras, m谩s amplia y claramente a trav茅s del vaso lleno de agua. Una r谩faga de viento levant贸 una bruja de polvo a su lado.

-Caramba, se me ha metido algo en el ojo!-

Casi dos mil a帽os despu茅s Celia se peleaba con el supervisor que no le dejaba acceder al laboratorio. Se hab铆a quemado anoche y el lector de huella dactilar no le permit铆a el acceso鈥 en fin, llegar铆a tarde para la reuni贸n que pretend铆a resolver para siempre ese mismo problema que tantas veces hab铆a pensado pero que nunca le hab铆a tocado directamente 鈥:cuantos trabajadores manuales no podr谩n fichar por haberse lastimado el dedo que el sistema tiene registrado en sus puestos de trabajo鈥 algo tan expuesto como un dedo no es fiable como sistema de identificaci贸n鈥 menos para lugares de alta seguridad, donde un dedo amputado puede ser una llave tan fiable y barata鈥

Mientras el supervisor hac铆a una llamada Celia se acerc贸 al dispensador de agua para beber y al alzar el vaso record贸鈥 como S茅neca hab铆a sido el primero en darse cuenta de tan sencilla forma de cambiar el punto de vista. Como hab铆a evolucionado la ciencia en 2000 a帽os. Desde mirar a trav茅s de un vaso de agua hasta con el simple gesto de acariciarse el caballete de la nariz, ajustar la visi贸n defectuosa gracias a unas simples gafas. Simples pero entre el vaso de S茅neca y su Autenticaci贸n por Biometr铆a Ocular hab铆a miles y miles de horas de trabajo, miles y miles de vasos de agua bebidos鈥a sinergia entre un equipo de personas que simplemente beben agua, sin olvidar que posiblemente ese fue el origen de la carrera que estudiaron y del trabajo que estaban desarrollando鈥.

-Doctora S谩nchez-Ramos, puede pasar.

-Gracias 鈥搑espondi贸 Celia mientras le miraba a los ojos intentando descubrir en ellos el misterio que un d铆a la llev贸 a querer saberlo todo sobre los ojos, a querer ayudar a que esos dos 贸rganos peque帽os del cuerpo vivieran mas c贸modos y mejor cuidados.

Los ojos, tan importantes y tan fr谩giles a la vez. Quiz谩 su sentido favorito, sus 贸rganos mimados, siempre intentando protegerlos, para hacerlos fuertes.

Entr贸 en el laboratorio, cogi贸 del estante sus gafas protectoras (SUS gafas protectoras, las que ella misma hab铆a inventado para evitar da帽arse la vista en su trabajo), salud贸 a su equipo con la afabilidad que siempre la caracteriz贸 y se dispuso a presentarles a todos su nueva idea:

-驴Record谩is lo que os dije sobre como S茅neca miraba a trav茅s de un vaso de agua para enfocar mejor lo que le铆a? 驴Record谩is que os dije que nosotros mirar铆amos al romano desde el otro lado del vaso? Pues mirad el prototipo que os traigo.

Extrajo de su troley un aparato que a simple vista era un aparato electr贸nico m谩s, del mont贸n que hab铆a miles en el laboratorio, del mont贸n que si no te dicen para que sirve es casi imposible de saberlo.

-脡ste es el vaso de S茅neca. Miraremos desde el culo del vaso, y S茅neca nos reconocer谩 por nuestra c贸rnea, con m谩s fiabilidad que si present谩ramos nuestra huella dactilar鈥 cuando lo desarrollemos convenientemente claro est谩.

Dos mil a帽os antes, S茅neca se frotaba un ojo, donde una mota le estaba molestando por no tener unas gafas protectoras, mientras pensaba si sus ojos marrones eran iguales por dentro que los ojos azules de su madre, muerta tantos a帽os antes鈥

 

EDMUNDO MOLINERO HERGUEDAS, ‘BOLA DE FUEGO’ (PREMIO DEL P脷BLICO)

Como consecuencia de las lluvias torrenciales de 1635, las minas imperiales de Potos铆 convertidas en una ci茅naga, permanec铆an cerradas.

Aquella noche un joven inca que seguramente no alcazaba los doce a帽os de edad fue severamente castigado. Su pecado; manifestar que hab铆a visto al due帽o y se帽or del inframundo, el Dios T铆o. En la mitolog铆a andina, incluso pronunciar su nombre, resultaba peligroso. Aut茅ntico Dios-diablo, ofrec铆a protecci贸n a los mineros de Cerro Rico pero tambi茅n era el responsable de los accidentes mortales que a menudo acontec铆an en sus dominios.

Minutos antes, el peque帽o muchacho se hab铆a adentrado en una galer铆a atra铆do por un extra帽o resplandor procedente del interior de la tierra. All铆 fue recibido por una espeluznante visi贸n que inmediatamente fue reconocida como la deidad minera. Una suerte de sapo gigante con la mirada de fuego y dos descomunales cuernos met谩licos por donde emerg铆a un denso y vaporoso calor que acompa帽ado de un silbido atronador ascend铆a por las paredes de la mina hasta el reino de los vivos.
Pasado el sobresalto y despu茅s del escarmiento, a la ma帽ana siguiente, el peque帽o regres贸 al mismo lugar, esta vez acompa帽ado por su padre, para averiguar lo que hab铆a ocurrido verdaderamente la noche anterior. Mientras observaban con sorpresa como cientos de mineros regresaban de nuevo a la extracci贸n de mineral, descubrieron estupefactos a los pies de la mina, la emergencia de un formidable estanque que apenas hace unas horas no exist铆a. Sin pronunciar palabra alguna, ni cruzar la mirada entre ellos, id茅ntico pensamiento asalt贸 su cabeza:

– S贸lo el poder m谩gico del Dios de la mina ha podio extraer el agua del fondo de la mina en tan poco tiempo-.

Ninguno de los dos, ni siquiera con el paso de los a帽os, averiguar铆a que en realidad hab铆an presenciado el funcionado de la primera m谩quina de vapor en el continente americano. Un artilugio dise帽ado para desaguar las minas por un militar navarro, Jer贸nimo de Ayanz y Beaumont, en los albores del siglo XVI.

El invento bautizado con el nombre de 鈥淏ola de fuego鈥 consist铆a en una caldera esf茅rica calentada por un horno de le帽a que produc铆a un vapor que sal铆a por un conducto a gran velocidad y al llegar al fino orificio de su extremo, generaba un movimiento continuo del l铆quido interior expulsando el agua retenida en la mina hacia fuera. Con certeza y 茅xito fue utilizada en las minas de Guadalcanal de Sevilla y qui茅n sabe si una 鈥淏ola de fuego鈥 tambi茅n pudo ser utilizada en los confines del imperio donde nunca se pon铆a el sol.

El pasado 19 de mayo, tuvo lugar en el Auditorio del Museo, la entrega de premios del VII concurso de relato breve 鈥楲a Ciencia y t煤鈥. Un certamen, organizado con la colaboraci贸n del Norte de Castilla, el Gremio de Libreros y la Casa Zorrilla, que este a帽o propuso el tema 鈥楥iencia con 帽. La ciencia hecha en espa帽ol鈥. Miriam Rodr铆guez Alonso, M陋 Pe帽a Cid Garc铆a y Edmundo Molinero Herguedas fueron los ganadores de este concurso en las categor铆as infantil, general, y

#RELATO 1 BOLA DE FUEGO Como consecuencia de las lluvias torrenciales de 1635, las minas imperiales de Potos铆 convertidas en una ci茅naga, permanec铆an cerradas. Aquella noche un joven inca que seguramente no alcazaba los doce a帽os de edad fue severamente castigado. Su pecado; manifestar que hab铆a visto al due帽o y se帽or del inframundo, el Dios T铆o. En la mitolog铆a andina, incluso pronunciar su nombre, resultaba peligroso. Aut茅ntico Dios-diablo, ofrec铆a protecci贸n a los mineros de Cerro Rico pero tambi茅n era el responsable de los

#RELATO 1 BOLA DE FUEGO Como consecuencia de las lluvias torrenciales de 1635, las minas imperiales de Potos铆 convertidas en una ci茅naga, permanec铆an cerradas. Aquella noche un joven inca que seguramente no alcazaba los doce a帽os de edad fue severamente castigado. Su pecado; manifestar que hab铆a visto al due帽o y se帽or del inframundo, el Dios T铆o. En la mitolog铆a andina, incluso pronunciar su nombre, resultaba peligroso. Aut茅ntico Dios-diablo, ofrec铆a protecci贸n a los mineros de Cerro Rico pero tambi茅n era el responsable de los

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