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Qué observar en el cielo durante el mes de julio

Ya estamos en verano, y todavía localizamos algunas de las constelaciones de primavera que pueden servirnos de referencia para localizar las principales constelaciones de esta estación. Es el caso de El Boyero. Su estrella principal, Arturo, sigue siendo de las más brillantes del cielo, por lo que ubicarla, es fácil. 

Más a su izquierda tenemos seis estrellas que componen una especie de mariposa con las alas abiertas que, junto algunas estrellas más, forma la constelación de Hércules, el ‘Hombre Arrodillado’, el gran héroe. De los doce trabajos que realizó, algunos, según la leyenda, están en el cielo como constelaciones para ser recordados. Ya vimos las constelaciones de Leo, Cáncer o el Dragón. 

En la parte alta del cielo tenemos un viejo conocido: es el Triángulo de Verano, formado por las estrellas más brillantes de tres constelaciones: Vega (de Lyra), Altair (de Ãguila) y Deneb (de Cisne). Cisne es el ave en que se convirtió Zeus para seducir a Leda, y Ãguila representa una de las aves estínfalas contra las que luchó Hércules, mientras que Lyra (Lira) hace referencia al instrumento de Orfeo, con el que componía una música que agradaba a los dioses. La Vía Láctea que atraviesa el triángulo es uno de los objetos más bellos e impresionantes del verano, especialmente cuando observamos lejos de zonas con luz y en noches sin Luna. 

Siguiendo la Vía Láctea hacia el horizonte sur, nos encontramos en ella un abultamiento. Es el centro de nuestra galaxia, aproximadamente a unos 27.ooo años-luz de nuestra posición. Muy cerca podemos observar con prismáticos, gran cantidad de aglomeraciones de estrellas, llamados cúmulos globulares, con cantidades de estrellas enormes y diferentes de estrellas.

 A la derecha del centro galáctico se sitúa la constelación del Escorpión (Scorpio), que representa un escorpión con la cola preparada para atacar. Su forma es una de las más sencillas. Destaca su estrella principal, Antares, una estrella de tipo súpergigante de color rojo, un color que se puede apreciar muy fácilmente a simple vista.

A la izquierda tenemos la constelación de Sagitario, que representa una figura un tanto complicada, un centauro con arco y flecha. Si tenemos en cuenta que, al menos desde aquí, queda bastante bajo con respecto al horizonte, con lo que se reduce el brillo de las estrellas, y que la mayor parte de las estrellas que componen la constelación son bastante poco brillantes, el reconocer la figura completa en el cielo es una tarea un tanto complicada. Por ello se ha creado una figura sencilla con las estrellas brillantes de la constelación: una tetera. Por ello hablamos de la ‘tetera de Sagitario’.

Dentro de los objetos fáciles para la observación, tenemos la cabeza del Cisne, la estrella Albireo. Se sitúa dentro de la franja de la Vía Láctea, hacia el centro del llamado ‘Triángulo de Verano’. Esta estrella es en realidad una estrella doble aparente, es decir, su posición en el cielo hace que nos parezca un sistema doble. Con pequeños instrumentos es fácil separarlas y observar la diferencia de brillo entre las dos componentes, así como su color, amarillo-anaranjado para la más brillante, azulado para la compañera. Es realmente una pareja inolvidable.

Hacia la derecha del Triángulo de Verano, y antes de tropezarnos con el Boyero, tenemos la constelación de Hércules, el héroe. Ya os comentábamos que en el cielo se puede ver la parte más brillante como una mariposa. Hacia la parte de arriba, en el borde de la derecha, se puede observar con prismáticos un objeto con forma esférica y brillante. Es un cúmulo globular llamado M13. Con pequeños telescopios podemos observar que está compuesto por una enorme cantidad de estrellas. Los cúmulos globulares son objetos muy viejos casi tan viejos como nuestra galaxia, y se encuentran situados en una región llamada halo, que rodea el centro de la galaxia. Así que si dirigimos el telescopio hacia esa zona y alrededores (recordad que el centro se sitúa entre las constelaciones de Escorpio y Sagitario), podremos encontrar unos cuantos.

¿Qué planetas podremos observar? Pues, lo cierto es que pocos…

Durante la primera quincena del mes, podremos observar al planeta Mercurio muy bajito hacia el oeste, justo después de ponerse el Sol, y que desaparecerá totalmente a mitad de mes. Por su parte, Marte será visible todo el mes hacia el oeste, después de ponerse el Sol, y durante un tiempo corto, desapareciendo bajo el horizonte a medianoche. Por cierto, el día 28 habrá conjunción de Marte con la Luna.

 Después de medianoche podremos ver al planeta Saturno por el este, y en conjunción con la Luna el día 16. Y ya no será hasta poco antes del amanecer cuando podamos ver a Venus, situado en la cabeza de Tauro, junto a la brillante Aldebarán.

Y recordad, si tenéis cualquier tipo de duda o pregunta sobre observación, objetos o telescopios, no dudéis en escribirnos al planetario@museocienciavalladollid.es, o bien os esperamos en las sesiones del Planetario.

Planetario.

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