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Especies invasoras en el río Pisuerga

En el río Pisuerga y en su ribera se pueden encontrar numerosas especies exóticas invasoras que han alcanzado este río debido a numerosos vectores y por razones muy diferentes. Es el caso por ejemplo de la lucioperca (Sander lucioperca), un pez depredador de unos 70 cm, con una característica joroba y boca terminal provista de dientes afilados que se introdujo a la península con fines de pesca deportiva. Actualmente, es extremadamente peligrosa en cuanto al impacto ecológico que causa, ya que puede llegar a provocar la extinción de numerosas especies de peces nativos.

Por otro lado, en la ribera del río podemos encontrar dos especies exóticas invasoras muy conocidas y muy dañinas para el ecosistema: el galápago de florida (Trachemys scripta) y el visón americano (Neovison vison).

El galápago de florida es una especie típica de galápago invasor conocida por sus manchas rojas trás los ojos, introducida desde México para utilizarla como animal de compañía. Esta especie fue soltada en las riberas de los ríos produciendo un impacto ecológico importante en el desplazamiento de galápagos autóctonos como el europeo o el leproso. Además, es un importante vector de la salmonelosis y puede causar fuertes daños en la vegetación de los ríos.

El visón americano también muy común en la ribera del Pisuerga, es una especie de mustélido procedente de Norte América, introducido por las industrias peleteras. Actualmente es una gran amenaza para el visón europeo autóctono, y es un gran depredador para las especies aviares.

Por otro lado se pueden encontrar especies invasoras que hasta ahora no habían sido una amenaza en el Pisuerga, pero debido a su gran capacidad de aclimatación están empezando a colonizar nuestro río. Un claro ejemplo es el pez gato (Ameiurus melas), introducido en un primer momento para la pesca deportiva, que se ha convertido en una especie peligrosa ya que es un depredador de otras especies de peces y puede causar su desplazamiento. Este impacto ecológico también es producido por el siluro (Silurus glanis) en ríos cercanos a la cuenca del Pisuerga y podemos predecir que pronto será especie invasora también en este río.

Además de los animales ya descritos, en la Casa del Río se pueden ver otras especies invasoras.

Teniendo su origen en América se encuentra el cangrejo rojo (Procambarus clarkii),una especie que se introdujo en la península con fines comerciales. Se caracteriza por su color rojo o azulado y por la presencia de pequeñas espinas a lo largo de ambas pinzas. Este crustáceo puede provocar fuertes pérdidas en la vegetación del río y es capaz de desplazar al cangrejo autóctono, además de por su carácter territorial y agresivo, por el  contagio de afanomicosis.

Procedentes también de América, nos encontramos con el Black Bass (Micropterus salmoides) y la gambusia (Gambusia holbrooki). El primero de ellos, destacado por su gran voracidad, es responsable de una masiva reducción de muchas especies de ciprínidos; sin embargo la gambusia, introducida inicialmente  para combatir el paludismo (ya que se alimenta de Anopheles, principal mosquito vector de esta enfermedad) terminó por convertirse en una especie invasora perjudicial, ya que desplaza a otros peces nativos y se alimenta de macroinvertebrados fitófagos, lo que conlleva a un riesgo de eutrofización del agua por una masiva proliferación de fitoplancton.

Otro pez  invasor muy presente en nuestro río es el llamado carpín dorado (Carassius auratus) procedente de China y utilizado con fines ornamentales. Es muy peligroso por el desplazamiento de otras especies y  sus hábitos alimenticios, ya que revuelve el sedimento, provocando también la eutrofización de aguas por la sobreexposición de nutrientes a algas y cianobacterias.

Luis Velasco Blázquez y Jaime Cabrera Rodríguez,
estudiantes en prácticas del Grado de Biología de la
Universidad de León