Relatos ganadores del VIII concurso ‘La Ciencia y t煤’
El pasado 18 de mayo, tuvo lugar en el Auditorio del Museo, la entrega de premios del VIII concurso de relato breve 鈥楲a Ciencia y t煤鈥. Un certamen, organizado con la colaboraci贸n del Norte de Castilla, el Gremio de Libreros y la Casa Zorrilla, que este a帽o propuso el tema 鈥楳alditas Matem谩ticas鈥 驴o no?鈥
Pablo Pic贸 Salort, Jorge Javier Fr铆as Perles (representado por patricia Largo)聽 e In茅s Criado Otero 聽fueron los ganadores de este concurso en las categor铆as infantil, general, y premio del p煤blico, respectivamente.
Los encargados de entregar los premios, en un acto que cont贸 con la presencia de la concejala de Cultura y Turismo Ana Redondo, fueron:聽Carlos Aganzo, director de Relaciones Institucionales de El Norte de Castilla y subdirector de la Fundaci贸n Vocento; Clara Grima, profesora titular de Matem谩tica Aplicada en la Universidad de Sevilla y divulgadora cient铆fica; y Encarnaci贸n Reyes, presidenta de la Asociaci贸n Castellano-Leonesa de Educaci贸n Matem谩tica Miguel de Guzm谩n.
A continuaci贸n, os dejamos los 3 relatos.
PABLO PIC脫 SALORT – RELATO ‘MALDITAS MATEM脕TICAS… 驴O NO?’ –聽CATEGOR脥A INFANTIL/JUVENIL
– Y as铆, llegamos hasta nuestros d铆as.-concluy贸-No hay nada m谩s, aparte de esto.
Pero 茅l no pudo m谩s y se levant贸 de la silla.
-S谩nchez, 驴ocurre algo?
-Con el debido respeto, profesora鈥 驴son esto las matem谩ticas?
-驴Perd贸n?
-驴Nos est谩 ense帽ando las verdaderas matem谩ticas?
-隆Por supuesto! Desde que aquella p茅rfida bruja las maldijo, hasta鈥
-驴Lo ve? 驴Ve lo que digo? No son matem谩ticas, es la historia de ellas.
-Eso son las matem谩ticas.-respondi贸 tajantemente.
-驴Est谩 segura? Creo que hay algo detr谩s. Me suena haber le铆do鈥
-隆Calla!-reaccion贸 bruscamente- 隆No digas las palabras malditas!
Pero ya era tarde.
-…antes, se ense帽aba a…operar.
-隆驴Acaso no has prestado atenci贸n a mis lecciones?! 隆Jam谩s, jam谩s, se mencionan las Innombrables!
-驴Por qu茅? Lo acabo de hacer, y no me ha pasado nada.
-隆La bruja! 隆El hechizo! 隆Est谩 maldito!-intervino otro.
Todos sus compa帽eros de clase alejaron sus pupitres de 茅l.
-Las matem谩ticas son m谩s que eso.-intent贸 convencer a sus camaradas-隆Son un lenguaje!
-隆Detente, por favor!-implor贸 la profesora-隆Antes de que nos pase algo!
– 隆Hay mucho m谩s! Funciones, ecuaciones, fracciones, teoremas, f贸rmulas, enigmas, inc贸gnitas, c谩lculos鈥 Todo eso nos ense帽a. 驴Y sab茅is para qu茅 sirve? 隆Tiene muchas aplicaciones!
– No le hag谩is caso.-dijo la maestra.- Escuchad lo que os he dicho durante el curso. Las matem谩ticas son una historia lineal, mayormente del pasado. Ahora no hay casi matem谩ticas.
-驴Por qu茅 hace eso? 隆Las matem谩ticas son bellas! 隆Hay que compartir esa belleza!
-Exactamente. Aprecio que te gusten mis clases.
-隆Me refiero a las verdaderas!
-驴Qu茅 verdaderas?
Viendo que no pod铆a hacer nada m谩s, se dirigi贸 hacia la salida mientras la profesora intentaba seguir con su clase.
-Lo siento, pero veo que no tengo nada que hacer aqu铆. No ense帽an matem谩ticas. Todos aquellos que quieran emprender el viaje conmigo, que me sigan.
-隆Psch茅! 驴No ves que te vas solo?-le ech贸 en cara la profesora.
-Aunque solo, lo emprendo, y eso es lo importante.
Lanz贸 una 煤ltima mirada a sus compa帽eros, e iba a darse la vuelta cuando鈥
-隆Espera!
Uno de sus amigos se puso en pie y fue a su lado.
-隆Quiero saber m谩s! 隆Parece interesante!
-隆Yo tambi茅n!- se levant贸 una ni帽a.
Poco a poco, todos fueron acerc谩ndose.
-驴D贸nde vais?- se enfureci贸 la profesora- 驴Por qu茅 vais con 茅l? 隆Ah铆 fuera solo os esperan c谩lculos, puntos muertos, l铆os! 隆Yo os ense帽o las verdaderas matem谩ticas! 隆Yo os ense帽o las matem谩ticas para aprobar! 隆No hay otras! 隆Est谩n malditas, me o铆s! 隆Malditas! 隆No sirven para nada!
Pero ya era tarde. Toda la clase estaba saliendo.
-Quiz谩s s铆 que sean de utilidad. Quiz谩s鈥 haya que descubrirlas.-se despidi贸 aquel alumno que se hab铆a cuestionado las matem谩ticas.
JORGE JAVIER FR脥AS PERLES – RELATO ‘EL COMUNICADO’ – CATEGOR脥A GENERAL
Alg煤n d铆a ten铆a que pasar. Tarde o temprano iba a ocurrir, aunque no se pod铆a aventurar qui茅nes lo iban a perpetrar. Si bien la polic铆a pensaba que detr谩s de todo estaba el Frente de Peri贸dicos con Mala Pipa (FPMP), la prensa aventuraba que ser铆a el N煤meros Decimales Afectados de Infinitud (NDAI). Pero todos subestimaron a la Agrupaci贸n de Notaci贸n en Punto Flotante (ANPF) los que lo har铆an.
Sin mediar palabra ni cifra, hab铆an asaltado al dos y al siete, y los ten铆an secuestrados. Su exigencia: Ser tratados con sus mismos privilegios, aparecer al pie de las p谩ginas de los libros, junto a la x en las ecuaciones, en los cuentos para ni帽os – con sus ojitos pintados – y todo eso que les hiciera pensar que son queridos. O se cumpl铆an sus exigencias, o iban a eliminarlos para siempre, con todo lo que ello implicar铆a.
El comando estaba formado por Novecientas treinta y dos mil茅simas por diez elevado a menos dieciocho, un n煤mero feo y dif铆cil de operar, que apenas ha encontrado trabajo en alg煤n problema de qu铆mica. Ni siquiera en esa ocasi贸n le buscaban, pero era la aproximaci贸n m谩s cercana que hab铆an encontrado. Le gustaba que le llamaran Bob, aunque su mote era Nove, no por acortar, sino porque un n煤mero tan peque帽o, 鈥渘o se ve鈥. Su compa帽ero de fechor铆a, menos diez mil una diezmil茅sima por diez elevado a mil siete, siempre estuvo acomplejado por la redondez de los ceros que llevaba dentro. Y ese menos delante nunca le favoreci贸. Los alumnos de secundaria sal铆an corriendo cuando lo ve铆an, recuerda de su ni帽ez. Tambi茅n recuerda que le llamaban 鈥渕enos rollo鈥, porque era un rollito de n煤mero precedido por un signo menos. No recuerda que nadie lo escribiera bien, sin borrones.
Para el secuestro tuvieron la ayuda del traidor dos sextos que, al no ser fracci贸n irreductible, odiaba esos problemas de fracciones en el que 茅l aparec铆a como actor secundario. Dio el chivatazo de que el siete y el dos iban a una fiesta de cumplea帽os de un abuelo septuagenario, que result贸 ser la fiesta de un veintea帽ero y por poco se va todo al garete.
La polic铆a envi贸 como mediador a i que, aunque trascendente, conoc铆a la realidad de estos n煤meros. Apareci贸 por un enchufe, aprovechando la corriente alterna, y les dijo: 鈥淵o s茅 lo que es vivir sin que te conozcan los m谩s j贸venes. No soy m谩s que tres palotes en forma de casita que encierra a otros dos palotes; pero, aun as铆, todos me temen鈥.
Enternecedor, pero Nove y Menos rollo no iban a ceder. Estaban dispuestos a dividir a dos por cero, para que explotara hasta infinito. A siete lo iban a torturar poni茅ndolo de divisor de diez hasta sonsacarle una mir铆ada de repetidos decimales.
Entonces, i les propuso un trato: viajar a un ordenador. All铆 todos los n煤meros son ristras de unos y ceros. Pero no un ordenador cualquiera, sino un supercomputador de los que tratan a todos los n煤meros por igual. Quiz谩s all铆 pudieran ayudar a trabajar con distancias microsc贸picas, o con potenciales enormes.
La idea sedujo a los secuestradores que, encantados, aceptaron con la condici贸n de que se leyera un 煤ltimo comunicado. As铆, a la hora del informativo local apareci贸 i, ataviado con su uniforme de gala escrito con LaTeX: 鈥淗umanos: Todos los n煤meros tenemos nuestro coraz贸n, y todos podemos ser 煤tiles. No estamos malditos. No os asust茅is al vernos los decimales, no os preocup茅is por nuestros exponentes. Tras nuestra apariencia brava se esconde un mecanismo muy sencillo de operar.鈥
Antes de que acabara la 煤ltima frase, Nove despert贸 a Menos Rollo: 鈥淰enga, t铆o, lev谩ntate ya, hoy es un d铆a grande: Vamos a salir en el examen de f铆sica de selectividad鈥. Menos Rollo mir贸 alrededor y no vio a i 隆Claro! 隆era imaginario!
IN脡S CRIADO OTERO – RELATO ‘MAGIA’ – PREMIO DEL P脷BLICO
Nada importaba en ese instante. En un abismo infinito de estrellas y mon贸tonas sonrisas convexas, rozando el l铆mite entre vigilia y sue帽o, estando casi tan muerto como vivo, amaneciste t煤.
Nacieron los versos endecas铆labos con rima asonante en los pares y aparecieron el crep煤sculo, la madrugada y la diversidad de cuatro tercios pi por el radio al cubo con sus playas, sus selvas, sus mares.
Sin saberlo creaste la perfecci贸n de Fibonacci en una caracola y un relativo calendario de trescientos sesenta y cinco d铆as, cinco horas y cuarenta y ocho minutos con seis segundos.
Algunos deciden medir el mundo en c茅ntimos, pero yo prefiero contar compases, corcheas, los lunares de tu espalda; prefiero admirar c贸mo el diamante negro de mis obras de arte descompone la luz blanca en banderas de paz y leer mensajes de amor encriptados en un perfecto c贸digo binario tras el anonimato que brinda un arroba.
Continuo pregunt谩ndome con frecuencia si en alg煤n momento lograste descubrir la belleza de tus enigmas; me pregunto si Hilbert logr贸 encontrar su habitaci贸n sin n煤mero o si el env茅s perdido de M枚bius apareci贸 finalmente en el lugar menos esperado.
Ojal谩 pudieses comprender la emoci贸n de tus inseguridades, de cada inc贸gnita que despiertas; eres prosa, eres todo, eres magia.