ExoMars, RLS y Cámara de Simulación de Ambiente Marciano
Los humanos somos exploradores natos, desde las primeras civilizaciones nómadas hasta los últimos astronautas en la Estación Espacial Internacional, hemos querido ver más allá, conocer, descubrir. Está en nuestra naturaleza inquieta y curiosa.
El avance de la ciencia y la tecnología nos ha permitido crearnos compañeros de exploración que puedan llegar donde la fragilidad del ser humano actual perecería. Grandes misiones robóticas han visitado mundos cercanos, bien sobrevolándolos o posándose sobre sus superficies.
Vivimos un gran momento en la exploración robótica del Sistema Solar. Las grandes agencias espaciales, la americana NASA, la europea ESA, la rusa Roscosmos o la japonesa JAXA planifican y ejecutan, a pesar de la presente situación económica global, misiones robóticas para investigar asteroides, cometas, satélites o planetas.
Marte es un gran protagonista de estas expediciones robotizadas. Marte ha despertado la imaginación popular desde hace décadas, gracias a la industria del cine; pero también la de los científicos, que ven en él la posibilidad de encontrar respuestas a preguntas tan trascendentales como: «¿De dónde venimos?», «¿es la vida un hecho fortuito o es la consecuencia indiscutible a la evolución del Universo?» o la inquietante «¿somos marcianos?».
Desde las Viking de los años 70 hasta las modernas Spirit, Opportunity y Curiosity, hemos aprendido que el pasado de Marte fue más húmedo y hospitalario que en la actualidad, que por su superficie fluyeron ríos que inundaban cráteres de impacto. Hemos encontrado evidencias geoquímicas que nos guían por la senda del agua marciana y vamos detrás de nichos de habitabilidad y sí, de la misma vida.
Desgraciadamente, la superficie marciana es hoy día yerma y estéril. La radiación electromagnética y de partículas que recibe del espacio exterior impide que la vida, tal como la conocemos, pueda sobrevivir. Pero, debajo del primer metro y medio de suelo marciano, aproximadamente, encontramos un ambiente más favorable si no ya para encontrar signos de vida presente, para detectar compuestos químicos que nos indiquen que la vida existió en una era anterior.
La Agencia Espacial Europea (ESA), en colaboración con la Agencia Espacial Rusa (Roscosmos), se ha marcado como objetivo descubrir si esta subsuperficie marciana contiene esos rastros de vida, presente o pasada, que nos ayuden a comprender y a comprendernos un poco más. En 2018 se lanzará el rover ExoMars que, mediante un taladro y un set de instrumentos científicos, analizará muestras de la dimensión hasta ahora inexplorada de Marte, la profundidad.
Entre los instrumentos que el rover ExoMars empleará para estos análisis geoquímicos se encuentra uno de dirección (por parte del Dr. Fernando Rull) y desarrollo (gran parte) españoles. Se trata del Raman Laser Spectrometer (RLS), un espectrómetro Raman que analizará la composición química de las muestras marianas en polvo que el Sample Preparation and Distribution System (SPDS) le presente.
En la Unidad Asociada UVa-CSIC-CAB, situada en el Parque Tecnológico de Boecillo, el equipo científico del instrumento desarrollamos la ciencia e ingeniería de apoyo a la misma para tanto prepararnos para lo que podemos encontrar en Marte y saber cómo interpretarlo, así como para afinar el desarrollo del instrumento de vuelo de forma que el retorno científico del mismo sea máximo.
Entre los prototipos de ciencia que se están desarrollando para este propósito, se encuentra una Cámara de Simulación de Ambiente Marciano que estoy desarrollando como parte de mi tesis doctoral. En ella pretendemos recrear las condiciones ambientales (presión, temperatura y composición de gases) que tendremos en el interior del laboratorio analítico del rover ExoMars en el momento del análisis real de muestras por parte de RLS. Con ello, preveremos los resultados científicos de estos análisis en condiciones cercanas a las reales y diseñaremos el protocolo de operación y las condiciones experimentales que nos garantizarán buenos espectros Raman que analizar aquí en Tierra en busca de signos de vida pasada o presente y composiciones químicas de los materiales que componen la subsuperficie de Marte.
Alejandro Catalá
Investigador de la Unidad Asociada UVa-CSIC,
a través del Centro de Astrobiología (CAB-INTA)