Qué observar en el cielo durante el mes de junio
Poco a poco va pasando el tiempo, y parece que fue ayer cuando brindábamos por el nuevo año, y que se cumplieran nuestros deseos, y ya estamos casi a la mitad de él… Pero al fin parece que llegarán las temperaturas más cálidas, noches más cortas, y el tan deseado, al fin, comienzo del verano.
Hemos repasado constelaciones, mitología y algunos de los objetos celestes más destacados y sencillos del cielo. Ahora, vamos con algunas aclaraciones para terminar la primavera. Os decíamos el mes anterior, que al hablar de galaxias en primavera, entrábamos ya en temas de ordenación y estructura del Universo. A primera vista, puede resultar algo complejo de comprender, pero en realidad no lo es.
El Universo se ordena siempre de lo sencillo a lo complejo: desde las estructura más sencilla de las partículas subatómicas, pasando por las células de nuestro organismo, las rocas de una montaña, las nebulosas estelares hasta los conjuntos de galaxias. Aplicando esto a nuestro entorno estelar, podríamos resumir que las estrellas que se ven en el cielo desde cualquier parte del mundo, están dentro de nuestra galaxia, la Vía Láctea. A su vez nuestra galaxia, junto con la galaxia de Andrómeda (la más cercana a nosotros), y otras treinta galaxias más, forma lo que se denomina el Grupo Local, algo así como nuestro ‘vecindario galáctico’. Nuestro Grupo Local, junto con otros, forma el Supercúmulo de Galaxias de Virgo (llamado así por encontrarse, aparentemente, en la dirección de esta constelación). La mayor parte de las galaxias que componen nuestro Grupo Local son satélites de otras más grandes. Debido a las fuerzas de gravedad existentes en el conjunto, la galaxia de Andrómeda y nuestra galaxia se atraen, y provocará una colisión entre ellas dentro de unos 3.000 a 5.000 millones de años.
A su vez, el Supercúmulo de Galaxias de Virgo, tiene la forma de un disco plano con un diámetro aproximado de 200 millones de años-luz. Lo componen alrededor de cien cúmulos y grupos de galaxias. A su vez los supercúmulos se agruparían en hipercúmulos, filamentos galácticos o lo denominado “Grandes Muros”…. Pero esto es tema de otra historia.
Regresando a lo nuestro, lo que es la observación sencilla, podemos apreciar cómo en este mes, las constelaciones primaverales ya van declinando claramente hacia el oeste para dar paso por el este a las constelaciones estivales. Todavía de primavera, es muy recomendable echarle un ojo a una de las estrellas de la constelación del Dragón (ya sabéis, situada entre las constelaciones de Osa Mayor y Osa Menor). Se llama Kuma (ν Draconis, letra griega que se dice “ni”), y es una preciosa estrella doble, visible con prismáticos, cuyas componentes son dos estrellas blancas.
También podéis buscar μ Cephei (Mu Cephei), en la constelación de Cefeo, llamada la ‘estrella granate’, por su intensísimo color rojizo.
Además, os recordamos que durante este mes tendremos el espectáculo del ‘baile planetario’ entre Júpiter y Venus, entre Zeus y Afrodita. Cada noche podréis ver cómo poco a poco ambos planetas se van acercando progresivamente, y de forma aparente en el cielo. El último día del mes, el 30, los dos planetas se verán muy juntos en el cielo ocupando un espacio similar al que ocuparía la mitad de la Luna llena en el cielo. Todo un espectáculo.
También os recordamos también desde el Museo que está abierta la «caza fotográfica» con el tema de ésta conjunción planetaria. Podéis ver las bases y condiciones en nuestra página web o en nuestras páginas de Facebook y Twitter. ¡Esperamos vuestras fotos!
Y recordad, si tenéis cualquier tipo de duda o pregunta sobre observación, objetos o telescopios, no dudéis en escribirnos al planetario@museocienciavalladolid.esmuseocienciavalladolid.es, o bien os esperamos en las sesiones del Planetario.
Cielos despejado y buena observación.
Planetario.
Poco a poco va pasando el tiempo, y parece que fue ayer cuando brindábamos por el nuevo año, y que se cumplieran nuestros deseos, y ya estamos casi a la mitad de él… Pero al fin parece que llegarán las temperaturas más cálidas, noches más cortas, y el tan deseado, al fin, comienzo del verano.
Hemos repasado constelaciones, mitología y algunos de los objetos celestes más destacados y sencillos del cielo. Ahora, vamos con algunas aclaraciones para terminar la primavera. Os decíamos el mes anterior, que al hablar de galaxias en primavera, entrábamos ya en temas de ordenación y estructura del Universo. A primera vista, puede resultar algo complejo de comprender, pero en realidad no lo es.
Cartel caza fotográfica astronómica y ornitológica
El Universo se ordena siempre de lo sencillo a lo complejo: desde las estructura más sencilla de las partículas subatómicas, pasando por las células de nuestro organismo, las rocas de una montaña, las nebulosas estelares hasta los conjuntos de galaxias. Aplicando esto a nuestro entorno estelar, podríamos resumir que las estrellas que se ven en el cielo desde cualquier parte del mundo, están dentro de nuestra galaxia, la Vía Láctea. A su vez nuestra galaxia, junto con la galaxia de Andrómeda (la más cercana a nosotros), y otras treinta galaxias más, forma lo que se denomina el Grupo Local, algo así como nuestro ‘vecindario galáctico’. Nuestro Grupo Local, junto con otros, forma el Supercúmulo de Galaxias de Virgo (llamado así por encontrarse, aparentemente, en la dirección de esta constelación). La mayor parte de las galaxias que componen nuestro Grupo Local son satélites de otras más grandes. Debido a las fuerzas de gravedad existentes en el conjunto, la galaxia de Andrómeda y nuestra galaxia se atraen, y provocará una colisión entre ellas dentro de unos 3.000 a 5.000 millones de años.
A su vez, el Supercúmulo de Galaxias de Virgo, tiene la forma de un disco plano con un diámetro aproximado de 200 millones de años-luz. Lo componen alrededor de cien cúmulos y grupos de galaxias. A su vez los supercúmulos se agruparían en hipercúmulos, filamentos galácticos o lo denominado “Grandes Muros”…. Pero esto es tema de otra historia.
Regresando a lo nuestro, lo que es la observación sencilla, podemos apreciar cómo en este mes, las constelaciones primaverales ya van declinando claramente hacia el oeste para dar paso por el este a las constelaciones estivales. Todavía de primavera, es muy recomendable echarle un ojo a una de las estrellas de la constelación del Dragón (ya sabéis, situada entre las constelaciones de Osa Mayor y Osa Menor). Se llama Kuma (ν Draconis, letra griega que se dice “ni”), y es una preciosa estrella doble, visible con prismáticos, cuyas componentes son dos estrellas blancas.
También podéis buscar μ Cephei (Mu Cephei), en la constelación de Cefeo, llamada la ‘estrella granate’, por su intensísimo color rojizo.
Además, os recordamos que durante este mes tendremos el espectáculo del ‘baile planetario’ entre Júpiter y Venus, entre Zeus y Afrodita. Cada noche podréis ver cómo poco a poco ambos planetas se van acercando progresivamente, y de forma aparente en el cielo. El último día del mes, el 30, los dos planetas se verán muy juntos en el cielo ocupando un espacio similar al que ocuparía la mitad de la Luna llena en el cielo. Todo un espectáculo.
También os recordamos también desde el Museo que está abierta la «caza fotográfica» con el tema de ésta conjunción planetaria. Podéis ver las bases y condiciones en nuestra página web o en nuestras páginas de Facebook y Twitter. ¡Esperamos vuestras fotos!
Y recordad, si tenéis cualquier tipo de duda o pregunta sobre observación, objetos o telescopios, no dudéis en escribirnos al planetario@museocienciavalladolid.esmuseocienciavalladolid.es, o bien os esperamos en las sesiones del Planetario.
Planetario.