Premio categorÃa infantil/ juvenil del XIII concurso de relato breve ‘La Ciencia y tú. Soy una gota de agua’
SOY UNA GOTA Y ME LLAMO CARLOTA / CARLOTA RAMOS RUBIO
Soy una gota y me llamo Carlota.
Ninguna de mis hermanas tiene nombre …pero es que yo soy una gota muy especial. Yo soy la gota que acabó con la sequÃa!
El primer recuerdo que tengo es de una tarde de intenso calor apretujada junto a otras miles de gotas, aburridas en nuestra nube.
Nada se movÃa en el cielo y la sensación de bochorno era asfixiante. Estaba siendo una estación extremadamente seca y todos miraba al cielo esperando una lluvia que no acaba de caer.
Hasta mi nube llegaban los gritos de alegria de unos niños que jugaban a la sombra de una porche junto a una charca seca. La niña se llamaba Carlota y yo querÃa ser como ella…todos los dÃas acudÃa a verla hasta que una tarde la escuche llorar porque la falta de lluvia estaba acabando con los cultivos y los animales de su granja.
El trigo no crecÃa y las vacas sufrÃan sofocadas por el calor y la sed.
Tenemos que crear lluvia! Les dije a mis hermanas, no podemos quedarnos en esta nube sin hacer nada.
- solo somos unas insignificantes gotas de agua, no podemos decidir nuestro destino. Ni siquiera tenemos nombre pequeña, me dijeron a coro todas…
HabÃa gotas de todos los tamaños. Unas eran gordas y pesadas y otras eran chiquitas y tÃmidas. Muchas de ellas eran gotas viejas, que habÃan pasado por otros estados. Algunas habÃan sido hielo en glaciares lejanos, otras habÃan nadado junto a tiburones en el mar. Para ella los humanos eran más un incordio que otra cosa y no estaban dispuestas a hacer nada por ayudarles. Ninguna me querÃa escuchar, yo era una gota del montón pero era una gota valiente !
- No,no, yo me llamo Carlota y quiero ayudar a mi amiga!
Decidida, me asome al borde y sin pensarlo mucho me lancé al vacÃo.
Fué un vuelo corto que apenas noté. Me estrellé sobre una chapa del huerto, haciendo un ruido seco.
Nada ocurrió. No me lo podÃa creer! Eso era todo? Notaba el calor de la chapa sobre mis átomos y grité con todas mis fuerzas con desesperacion y en ese instante miles de pájaros que buscaban sombra bajo el alero de una caseta alzaron el vuelo formando una inmensa nube negra que surcó el cielo de izquierda a derecha durante varios minutos. El ruido que hicieron era atronador , que manera de chillar!
Desde mi posicion despachurrada miré al cielo y vi como el moviendo de los pájaros levantó un ligero viento al principio pero que se convirtió en vendaval al poco tiempo. Las nubes miedosas se apretaron unas contra otras, chocaron entre sà y del choque comenzaron a caer miles de gotas!!
PodÃa oÃr sus gritos de felicidad y de emoción según caÃan.
Rayos y truenos se unieron a la fiesta
En cuestión de segundos se formó una tormenta refrescante que devolvió la vida a la charca.
Los animales se revolvieron felices deando sentir el agua sobre su piel.
Và salir a la carrera a Carlota mientras bailaba y reÃa bajo la lluvia. La llamé,
- Carlota!! Carlota! Estoy aquà ..querÃa decirle que lo habÃa logrado que habÃa traÃdo la lluvia a su granja! pero no pudo oÃrme.
Siento que mis bordes se desdibujan, me confundo con mis hermanas.
Puedo reconocer a algunas, otras debÃan de vivir en otra nube y no me saludan al pasar a mi lado. No se como funciona esto de la evaporación y si en mi siguiente vida recordaré mi aventura pero me gusta pensar que asà será y que todos en el pueblo hablaran durante muchos años de Carlota, la pequeña gota de agua capaz de acabar con la sequÃa.