Día Internacional del Combatiente de Incendios Forestales
El Día Internacional del Combatiente de Incendios Forestales surgió en diciembre de 1998 en Canadá, aunque en España se celebró por primera vez en 1999. Su origen se debe a un trágico accidente que ocurrió durante un incendio en Linton, en el que perdieron la vida cinco combatientes de la brigada forestal.
A raíz de este acontecimiento, y potenciado por los numerosos accidentes ocurridos durante la extinción de incendios en diversos países, se formó un movimiento de apoyo que se ha extendido a lo largo del mundo y que ha adoptado una cinta roja como símbolo de respeto hacia los combatientes fallecidos.
Los incendios forestales, sean provocados o naturales, afectan sin control a la vegetación. Los expertos distinguen entre incendios de suelo, que afectan a la materia orgánica en descomposición y a las raíces; fuegos de superficie, que afectan a los arbustos, la madera caída y a la hojarasca, e incendios de corona, que afectan a las copas de los árboles.
De acuerdo con un estudio del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, elaborado por el equipo técnico del Área de Defensa contra Incendios Forestales, durante el año 2011 se registraron un total de 10.655 conatos (etapa inicial de un incendio que no daña más de 1 hectárea) y 5.373 incendios, que afectaron a 84.490,08 hectáreas de monte, de las cuales 18.363,13 correspondieron a superficies arboladas.
Estas cifras, aunque aun elevadas, han supuesto sin embargo una reducción del 12,3% respecto a la media de incendios en la década anterior, así como la disminución de un 52% y un 26% en las superficies arboladas y de monte respectivamente afectadas. Aun así, el número de incendios y las superficies arrasadas suponen un auténtico desastre natural para el territorio y el daño que causan a la superficie de los bosques tarda años en recuperarse.
El noroeste peninsular es la zona, con diferencia, más afectada por estos siniestros: Galicia, Asturias, Cantabria, el País Vasco, Zamora y León acaparan el 60,84% de los incendios forestales ocurridos en 2011. Una evidencia que confirma estos datos son los cientos de incendios que se han producido en la comarca castellanoleonesa de Sanabria y en la comunidad gallega durante este invierno, la gran mayoría de ellos provocados. Muchos de estos siniestros se han destruido espacios naturales de gran interés y valor medioambiental como el ocurrido en el parque natural de Las fragas del Eume, en A Coruña.
Por todos estos motivos, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente lleva su labor más allá de la extinción de incendios forestales y elabora cada año un plan de prevención y concienciación en el que se incluyen diferentes actividades.
En este plan se desarrollan programas de formación en defensa contra incendios forestales, con cursos destinados a técnicos responsables de la defensa y lucha contra incendios. Además se ponen en marcha Brigadas de Labores Preventivas, en las que personal especializado realiza tareas de reducción y control de combustibles forestales para hacer menos vulnerables a los montes y facilitar acciones de extinción en caso de que se produzca un incendio.
Dentro de este plan también se desarrollan campañas de concienciación, especialmente entre el público escolar (con el objetivo de sensibilizar a los más pequeños del grave problema que suponen los incendios forestales) y el sector rural.
Todo ello pone de manifiesto la importante y arriesgada labor del combatiente de incendios forestales en la conservación del territorio natural, una labor que se ve homenajeada cada cuatro de mayo.
La importancia de esta labor también se vio reflejada en la exposición ‘Bosques del mañana: la gestión de hoy‘, que mostró en el Museo de la Ciencia del 5 de octubre (2011) al 11 de abril (2012). Esta exposición, celebrada para conmemorar el Año Internacional de los Bosques, pretendía concienciar a los visitantes de la importancia de las áreas forestales, tanto desde el punto de vista económico como sociocultural, y destacar la necesidad de una gestión que favorezca la conservación de los bosques.