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Un matemático es una persona cuya área principal de estudio son las matemáticas. De esta manera, los que únicamente aplican teorÃas matemáticas – como por ejemplo fÃsicos, ingenieros o economistas- no son considerados matemáticos.
¿Qué habilidades hay qué tener?
Saber calcular es un requisito indispensable para ser un buen matemático, pero no el único. La capacidad de razonar, la imaginación y las ganas de trabajar son, sin duda, esenciales. Porque eso sÃ, el grado de Matemáticas no es el más difÃcil, pero sà uno de los que mayor sacrificio y esfuerzo necesitan. Pero tiene su recompensa, un reciente estudio en el que figuran las profesiones más valoradas en función del nivel de estrés, el sueldo y la reputación, sitúan en el pódium de los ganadores las matemáticas y la estadÃstica.
¿Dónde trabajan los matemáticos?
En general la gente piensa que estudiar matemáticas sólo sirve para dedicarse a la investigación o a la enseñanza. Sin embargo, el trabajo de un matemático puede ir más allá. Cada vez es más frecuente ver a estos especialistas en empresas de ingenierÃa, banca, seguros o agencias del gobierno. En los Estados Unidos, la Agencia de Seguridad Nacional es la empresa que más matemáticos contrata.
¿Hay matemáticos famosos?
Por supuesto. Son muchos los matemáticos que han sido fundamentales en nuestra historia. ¿Quién no conoce el teorema de Pitágoras? En un triángulo rectángulo, el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los dos catetos. O a Galileo y Newton, quienes realizaron grandes aportaciones a esta materia; y quizás incluso a Gauss, considerado el ‘PrÃncipe de las matemáticas’.  Pero no todos los matemáticos importantes son hombres. Las mujeres también destacan en este campo: Hipatia, Emmy Noether o Florence Nightingale son sólo algunos ejemplos.
Vemos como las matemáticas invaden nuestra vida. Incluso Google se basa en una fórmula matemática desarrollada por dos jóvenes estudiantes de la Universidad de Stanford, Larry Page y Sergey Brin. Una ley que es guardada en secreto, al puro estilo de la receta de la ‘Coca Cola’.
Y es que las matemáticas no son tan horribles como parecen. Sólo, unas desconocidas a las que acabas cogiendo cariño.