#AstronomíaDesdeCasa: ¡Despegamos!
¿Existe alguna persona que no haya soñado, tan siquiera un breve instante, en ser un astronauta en una nave espacial, y viajar por el espacio a la Luna, a Marte, o a otras estrellas? No os molestéis en responder: la respuesta es NO (bueno, o a lo mejor alguno no entre los más de siete mil millones de personas que habitamos la raza humana…).
El caso es que se suele comentar que en el interior del ser humano necesitamos viajar, salir de lo conocido para adentrarnos en lo desconocido. Gracias a ello supimos de la existencia de otros continentes, países y culturas, cómo es la superficie lunar u otros planetas, y cada vez está más cerca viajar a Marte… Todas las personas nos sentimos más o menos vinculados, también, a aquéllos que viajan al espacio, como pasó con las misiones Apollo con las que llegamos a nuestro satélite.
Bien, pues tenemos otra oportunidad más de sentirnos así. El día 27 de mayo, a las 22:33 hora española y si el tiempo lo permite, un cohete Falcon 9 despegará de la plataforma de lanzamiento de la plataforma 39A del Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral (Florida), llevando a dos astronautas, Bob Behnken y Doug Hurley, a la Estación Espacial Internacional a bordo de la cápsula Crew Dragon. Resulta que tanto la cápsula como el cohete pertenecen a la empresa SpaceX, propiedad de Elon Musk (sí, el de los coches Tesla y el hijo con nombre raro), convirtiéndose en el primer lanzamiento desde suelo americano de una empres americana llevando astronautas americanos a la ISS (lo que se ha denominado misión Demo-2); ya que desde 2011 dependían de los lanzadores rusos. Para que todos disfrutemos del momento, podremos ver en directo el despegue a través de la página de streaming de la NASA, su canal de Youtube o de la propia SpaceX. El acoplamiento con la estación se producirá 24 horas después.
Además, por si alguien quiere sentirse como los astronautas que van a realizar este viaje que abre una nueva época en la exploración del espacio, SpaceX ha publicado un simulador para ordenador, móvil o tablet, que recrea el momento del acoplamiento a la ISS, y uno mismo es quien debe pilotar el módulo y realizar el acoplamiento de forma exitosa. Seas fan de los astronautas, un aficionado a los simuladores o simplemente tienes curiosidad por ver cómo es, ya os contamos que es realmente realista y, según los expertos de la empresa, es un simulador de la interfaz real que los astronautas de la NASA deberán manejar en la cápsula Dragon. La verdad es que parece fácil, pero no lo es tanto, y se necesita una gran dosis de paciencia y tener en cuenta algo que es vital en los movimientos en el espacio: la inercia. Lo podéis encontrar aquí.
Pero aunque la mayoría de nosotros seamos “fans desde casa”, existen algunos privilegiados que podrán vivir de primera mano las experiencias de los astronautas. Por un lado, la NASA, dentro del programa Artemis, está buscando a voluntarios para vivir confinados durante ocho meses (que después de los tres que llevamos, parece pan comido). Permanecerán encerrados en una réplica de una nave para estudiar los efectos del encierro, física y psicológicamente, en futuros viajes a la Luna o Marte, y poder buscar la forma de resolver los diferentes conflictos y problemas que se puedan dar. Los participantes experimentarán condiciones ambientales como las que se dan en un viaje a Marte, incluyendo los desfases en las comunicaciones, realizarán operaciones robóticas, y otras misiones que los astronautas pudieran realizar, por ejemplo, sobre la superficie lunar. La única pega es que tienes que ser estadounidense, tener entre 30 y 55 años, dominar el inglés y el ruso, y poseer una carrera, máster o doctorado, o ser militar. O incluso enviar tu solicitud para los cursos de selección de astronautas para alguna de las futuras misiones. Eso sí, sacrificio no te va a faltar…
Y todo lo anterior son pasos que se van dando para ir consiguiendo resultados, metas que nos vayan acercando cada vez más al objetivo final: que el hombre salga de la Tierra, alcanzando alguno de los cuerpos del sistema solar y, más tarde, a otros planetas en torno a otras estrellas. En anteriores entradas hemos contado cómo se están descubriendo planetas en torno a otras estrellas, más o menos cercanas, y cómo algunos de ellos empiezan a parecerse en tamaño a la Tierra, o están en zonas adecuadas para la vida. Telescopios espaciales como Kepler nos han dado información y resultados importantísimos para encontrarlos, solo hacen falta manos y mentes que se dediquen a ello. Es el caso de Michelle Kunimoto, una joven de 23 años, estudiante recién graduada en la Universidad de la Columbia Británica en Canadá (y además fan de Star Trek). Esta joven asistió a un curso sobre exoplanetas y astrobiología, y decidió buscar entre los datos obtenidos por el telescopio espacial Kepler de la NASA en los cuatro años de misión, analizando 400 curvas de luz diferentes. ¿El resultado? El descubrimiento de 17 planetas en torno a otras estrellas, incluyendo uno de tamaño parecido de la Tierra, denominado KIC-7340288 b, suficientemente pequeño como para ser considerado rocoso. Se encuentra a unos 1.000 años-luz de distancia (por lo que tardaremos bastante en llegar), orbita su estrella a una distancia de algo menos de la mitad de la distancia de la Tierra al Sol, en lo que tarda 142 días y medio, y recibe un tercio de la cantidad de luz que recibe la Tierra del Sol.
Seguro que a la señorita Kunimoto le encantaría poder desarrollar más descubrimientos similares trabajando en un centro de investigación de nivel. Como por ejemplo, el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC, hay que tirar para casa), un centro de investigación del más alto nivel a escala mundial. Allí, un grupo de científicos españoles del propio IAC y del INTA-CSIC, han confirmado la presencia del planeta extrasolar más cercano a la Tierra, Próxima Centauri b, un planeta descubierto hace cuatro años. Se encuentra situado en la zona de habitabilidad de la estrella Próxima Centauri, y la confirmación fue realizada utilizando un instrumento llamado ESPRESSO (la verdad es que los nombres se las traen…), ubicado en el telescopio VLT (del que hablamos hace poco) en el observatorio del Cerro Paranal en Chile, y perteneciente a ESO. Este instrumento a obtenido medidas con una precisión sin precedente, llegando a medir velocidades en la estrella de 30cm/s, cuatro veces mejores que las obtenidas por su predecesor, el instrumento HARPS. Al encontrarse en la zona habitable de su estrella, y la cercanía al sistema solar, le hacen un perfecto candidato para el próximo espectrógrafo HIRES, que se situará en el futuro telescopio de 39 metros de diámetro ELT, en el que participa el IAC.
Como véis, tenemos un futuro muy interesante por delante, sólo nos queda agarrarnos a él y no perder el ritmo.
Carlos Coello, planetarista del Museo de la Ciencia