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#AstronomíaDesdeCasa: CR7 y el anillo de fuego

Según la teoría más extendida y reconocida hasta la fecha, todo, TODO, proviene del famoso Big Bang, la “explosión” inicial que dió origen a lo que conocemos, tanto la materia como el espacio y el tiempo.

Evidentemente, los objetos no se formaron así como así, todo llevó un tiempo, más o menos  largo, en el que los diferentes componentes de la materia se fueron condensando. Por ejemplo, se ha calculado que las primeras estrellas podrían haberse formado tan solo entre 100 a 200 millones de años después de la explosión, cuando hasta hace no mucho se pensaba que se habían formado bastante tiempo después. Las primeras estrellas habrían estado compuestas por elementos básicos presentes en el principio del Universo: hidrógeno, helio y litio. A esta conclusión se llegó hace unos años estudiando galaxias muy antiguas como una denominada CR7 (¡la galaxia de Cristiano Ronaldo!), la galaxia más brillante observada en el Universo temprano. Su nombre viene de Cosmos Redshift 7, se encuentra a unos 12900 millones de años-luz, y se formó unos 800 millones de años después del Big Bang. Presenta indicios de estrellas de Población III, las estrellas formadas en el inicio del Universo. La evolución posterior de las primeras estrellas, daría lugar a los elementos de una nueva generación de estrellas, y a las bases de los materiales necesarios para la vida.

Con el tiempo, las estrellas se fueron agrupando, dando lugar a la formación de galaxias, algunas como la nuestra, otras diferentes. Es el caso de R5519, una galaxia con forma de anillo, situada a 11000 millones de años-luz. Un objeto curioso nunca visto con anterioridad, y que va a revolucionar las teorías de formación galáctica y su evolución hasta al fecha. Esta galaxia, como se puede ver en la imagen, tiene un agujero en el medio (es un agujero, sí, es oscuro, sí, pero no es un agujero negro), con un tamaño tres millones de veces el diámetro del famoso agujero negro fotografiado en M87. Como las galaxias jóvenes, está creando estrellas a un ritmo 50 veces mayor que en la Vía Láctea. Realmente es un “anillo de fuego”. Por la estructura que presenta se la denomina “galaxia en anillo de colisión”, la primera que se encuentra en el Universo primitivo.

Este tipo de galaxia también no ayuda a comprender cómo parecen galaxias como, por ejemplo, la Vía Láctea, con su fino disco. Ésta es una característica de las galaxias espirales, y parece ser que la formación de ese disco fino podría haberse producido en un período de tiempo más amplio de lo que hasta ahora se pensaba.

Más información en próximas entradas aquí, en el blog del Museo de la Ciencia.

Carlos Coello, planetarista del Museo de la Ciencia